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PERIÓDICO VIRTUAL _SEGUNDA EDICIÓN 2018
EDITORIAL
El diario El Tiempo presenta un artículo donde aparece vinculada nuestra comunidad Eulista; allí da a conocer una experiencia de vida “A mi hija la indujeron en la drogadicción con golosinas”; en éste plantea una serie de vivencias que producen un impacto tan fuerte en los lectores que llevar, en primer lugar, a aflorar sentimientos de tristeza; pero, en segundo lugar, producen amnesia de las múltiples acciones que día a día realizó la institución para evitar que las drogas se tomen la escuela.
​Si bien es cierto que el entorno cercano de nuestra institución educativa se ha visto influenciado por procesos sociales como el hurto o la distribución y consumo de sustancias psico-activas; también es cierto que los distribuidores han tratado de expandir su negocio involucrando directa o indirectamente a los estudiantes.
Si bien es cierto que el entorno cercano de nuestra institución educativa se ha visto influenciado por procesos sociales como el hurto o la distribución y consumo de sustancias psico-activas; también es cierto que los distribuidores han tratado de expandir su negocio involucrando directa o indirectamente a los estudiantes.
La inducción a la drogadicción no solo se puede dar a través del consumo de golosinas, como plantea el artículo; también se puede dar por procesos relacionados con el quehacer cotidiano como la captación de imágenes y/o programas transmitidos por los medios audiovisuales (televisión y cine), medios impresos (periódicos y revistas) y medios digitales (artefactos tecnológicos como celulares y Tablet).
La deducción que se puede obtener al leer una afirmación realizada por la madre de familia entrevistada “Eso no solo le pasó a ella sino a muchos más niños” conduce a pensar que es posible que “muchos niños hayan consumido drogas”; lo cual dista mucho de la realidad del momento ya que las características que relaciona (… ser activos y enérgicos) también son propias de la época de formación escolar y de un adecuado ejercicio pedagógico generado por los prestigiosos docentes que tenían.
El dolor de una madre, causado por el flagelo de las drogas, no debe ser el argumento utilizado por un medio de comunicación para desdibujar la imagen fortalecida de una institución que, trabajando en equipo durante años, ha logrado alcanzar altos niveles de identidad en la localidad por trascender en la formación de ciudadanos que tienen calidad humana.
Recuerden: “Educación Para la Excelencia y el Desarrollo Comunitario”
